Trump caminando sobre las aguas

22 MAY, 2017 - 12:10 AM

Por Israel Romero Puerto

Juris Doctor (jurista internacional)
PhD – israel09r@yahoo.com

MATEO 4: 7 “Jesús les dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios”.

En estos días vimos la noticia que un pastor africano trató de revivir la escena de Jesucristo caminando sobre las aguas. Teniendo su congregación como testigo, el hombre intentó cruzar un río infestado de cocodrilos, como lo hizo Jesucristo, sin hundirse. El religioso africano se hundió y los cocodrilos lo devoraron en cuestión de minutos. Solo una sandalia apareció flotando sobre el agua.

Este tipo de demostraciones por pastores evangélicos no es nada nuevo. Hace unos tres años, en Carolina del Norte un pastor llevó su congregación a celebrar el culto dominical por la mañana a un parque. Llevó consigo una serpiente venenosa. Dijo a sus feligreses que quien cree en Jehová y su hijo Jesucristo, el veneno de la víbora no le hace daño. Se dejó morder por la culebra, y pocos minutos después comenzó a convulsionar. Llevado a un hospital de emergencia, falleció.

No se asombre porque el padre de este pastor hizo lo mismo unos años atrás, con el mismo resultado fallido. Su abuelo también pastor, hizo lo mismo anteriormente, y murió por el veneno de la víbora.

Los anteriores, y el caso del pastor africano solo prueban el fanatismo y falsedad provocada por la ignorancia de algunos religiosos que no conocen a Jesucristo. Mi padre decía que “se meten a brujos sin conocer la hierba”. Nosotros decimos que la verdad es clara en Mateo 4:7, donde nos previene no tentar a Jehová. Los que usaron serpientes, y el que intentó cruzar el río en África, solo estaban poniendo a prueba a Dios.

La advertencia está en Deuteronomio 6:16, que nos exhorta: “No tentaréis a Jehová vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah”. Recuerda cuando Simón Pedro, el apóstol, pidió a Jesucristo que lo hiciese caminar sobre el agua (Mateo 14:28-31). El apóstol comenzó a caminar sobre el agua, pero quitando los ojos de Jesucristo comenzó a hundirse, y pidió al Señor que lo salvase. Jesucristo caminó sobre las aguas como se describe en Juan 6:16-21 y en Mateo 14:25-27. No lo hizo por show de entretenimiento ni para tentar a Jehová, el Padre, sino que para dar una lección de fe a sus discípulos.

Recuerda que en Hechos 28:3, en la isla de Malta, una víbora que estaba escondida, sin que él lo supiera, mordió al apóstol Pablo en su mano cuando se aprestaba a encender una fogata para calentarse y protegerse del frío. Los nativos esperaban ver que Pablo comenzara a convulsionar por la acción del veneno de la serpiente. Al día siguiente, el apóstol estaba tan sano como ellos. Este hecho demuestra que si una culebra venenosa muerde a un hijo de Dios sin provocación o a traición o accidente, la promesa de Dios se cumple.

Sabemos de muchos ejemplos similares. Un cristiano ha sido víctima de atentado con veneno dos veces. Nada le ocurrió porque en ambas ocasiones, esta persona bebió el líquido envenenado sin saberlo. Jehová promete que aunque vayas por las aguas, tus pies no se mojarán. Aunque camines por el fuego, no te quemarás. Te darán a beber veneno, y no te morirás, porque el Señor mi Dios te protege.

De igual manera, el presidente americano, Donald Trump, pretende caminar sobre las aguas, y está caminando sobre fuego. Se alega que ganó las elecciones por fraude a través del hackeo ruso. Ahora está en el ojo del huracán por haber filtrado a los rusos información altamente clasificada, de acciones secretas que su gobierno tiene planeadas, y que ya se llevan a cabo algunas de ellas para combatir al Estado Islámico (ISIS), poniendo en riesgo la seguridad de su país.

Nosotros opinamos que Trump está pretendiendo caminar sobre las aguas, pero debido a sus múltiples errores y acciones reñidas con la ley y la justicia, se hundirá; y camina sobre fuego, y se quemará.