Este macho es mi mula



Este macho es mi mula

Por José Segovia Ynestroza

“Este macho es mi mula aunque rebuzne”, expresión muy rural para identificar a una persona terca, obstinada, testaruda, ese tipo de terquedad que no mide las consecuencias y que no tiene nada que ver con la perseverancia del individuo que se propone metas con una actitud propositiva.
Hemos tratado de comprender el interés de JOH, en construir lo que él llama el “Centro Cívico”, en el lugar más inadecuado y absurdo, predio que el exministro de Relaciones Exteriores doctor Carlos López Contreras gestionó con Cohdefor y el ingeniero José Azcona, entonces presidente de la República, para construir con el aporte de la República China de Taiwán, lo que serían las oficinas de la Cancillería, el Archivo Nacional y la Biblioteca, obra que una vez ejecutada decidió ocupar el ingeniero Carlos Flores Facussé, el mismo que años después “Mel” la usó como hacienda particular.

No cabe duda que al Presidente cuando se le mete algo en la cabeza, lo inducen o aplauden los de su círculo, no hay quien lo haga rectificar; su terquedad lo lleva a la acción sin un consciente análisis, renuente a escuchar las razones de quienes con la mejor intención le advierten de las consecuencias, como lo advirtió desde su primer anuncio el ingeniero Olban Valladares, calificando tal propuesta como “Las torres de lo absurdo”.
Este llamado “Centro Cívico”, es el que planteó Callejas, no solo con la intención de facilitar la operatividad del gobierno, lo que incluía una reingeniería de toda la estructura del accionar burocrático, con miras a facilitar y acelerar los procesos, sino además con la intención de sacudirse todo un gremio de vividores que ha venido exprimiendo al Estado con el cobro de alquileres onerosos, por casas y edificios dispersos por toda la ciudad que dificultan y obstaculizan los servicios requeridos por la ciudadanía; desde luego, como un cobro previamente negociado a las aportaciones de campaña.

Si ya contamos con el área suficiente para construir un Centro Cívico de fácil acceso y en donde ya tenemos fuertes inversiones en estructuras como ser: La Corte Suprema de Justicia, el nuevo Banco Central de Honduras, el Tribunal Superior de Cuentas, un funcional edificio que ya sirvió de casa presidencial, un educacional Chiminique, por qué entonces insistir en el uso de recursos que sobrepasan los 200 millones de dólares, más de 4,600 millones de lempiras, para mal gastarlos (no invertirlos) en el lugar más inadecuado de la ciudad solo por un capricho personal o de grupo, seguro con el beneplácito del partido de gobierno?.

Dos torres de más de 25 pisos en el centro de una “ciudad” ya congestionada y en donde al pasarle el pastel al alcalde “Papi”, su apoyo en logística el ingeniero don Roberto Zablah, nos indica que para sacar a 10,000 empleados en las horas pico tendrán que construir un paso sobre nivel de más 1,400 metros (casi un kilómetro y medio); desde luego, este costo no está incluido en los 4,600 millones apuntados.

Lo de extrañar es que los profesionales del ramo no se opusieran a esta barbaridad, debieron haber promovido un foro público, esto solo entendible si privan más los intereses económicos que el amor al país y en particular a la capital, lo que no es de poner en duda.

Con la misma testarudez el Presidente puso oídos sordos a la no conveniencia de unir un Banco de Desarrollo (Banadesa), con un banco de 2º piso (Banhprovi), sin analizar la propuesta de convertir a Banadesa en un banco de capital mixto con participación minoritaria de gobierno y con lineamientos similares a los de Banrural; cabe aquí mencionar que JOH, a solo seis meses de su gobierno, anunció con bombos y platillos la conveniencia de permitir las operaciones de Banrural de Guatemala como un importante aporte al desarrollo; hoy Banrural opera como un banco más, mientras Banadesa va de mal en peor; todo indica que ya se convencieron de que la tal fusión no es lo conveniente, pero en el ínterin no solo separaron al licenciado Carlos Noé Ramírez, que estaba ejecutando con buen éxito una total reingeniería, sino que están desarticulando todo el departamento de crédito agrícola, separando entre otros a ejecutivos como don Nelson Jerez con más de 15 años de experiencia en el ramo.

Cosas veredes amigo Sancho, tú sabes que para mí este rocinante es mi mula aunque tenga orejas de caballo.

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