500 años de la Reforma Protestante

500 años de la Reforma Protestante 

Por Mario E. Fumero

Este 31 de octubre las iglesias evangélicas de todo el mundo se preparan para celebrar los 500 años de un hecho trascendental en la historia moderna, y el cual marcó la entrada al Renacimiento y la revolución industrial y cultural, después de vivir Europa por más de mil años en el oscurantismo medieval. Este hecho se conoce en la historia como la “Reforma Protestante”.

La Reforma Protestante produjo grandes cambios sociales en los países que la abrazaron, como fue la libertad de conciencia, y el florecimiento de las letras en Europa. Este hecho tuvo su origen cuando un monje católico, en Alemania, llamado Martín Lutero se opuso ardientemente a la corrupción existente en el papado de Roma, cuando el papa León X propuso la venta de unas bulas (perdón o indulgencias papales) para financiar la construcción de la Basílica de San Pedro, mediante las cuales la gente podía comprar el perdón de los vivos y los muertos, y aún más, el perdón por los pecados que una persona pudiera cometer en el futuro. Este hecho ocurrió en el año 1517, y tuvo su desenlace en la Catedral de Wintenberg, en donde era párroco Martín Lutero.

Lutero frente a esta acción mercantil proclamó que el justo se salva por la fe, y rechazó abiertamente la autoridad del papado al tratar de imponer doctrinas que no tenían el respaldo bíblico. Fue ahí cuando comenzó la Reforma Protestante, que abarcó los países del norte de Europa, principalmente Alemania, Suiza, Dinamarca, Holanda, Suecia, Noruega y Finlandia, los cuales se abrieron a la libertad de conciencia, religión y cultura. Este despertar en el norte de Europa desencadenó la ira del Vaticano, desarrollándose en los países del sur, principalmente Francia y España una contrarreforma que condujo a la muerte y persecución a miles de seguidores de los reformadores protestantes.

Lentamente la influencia de los países protestantes se extendió con la migración de los perseguidos religiosos al nuevo continente, principalmente en las regiones del norte. Fue a partir de ahí que se les comenzó a llamar a los protestantes “evangélicos” y su influencia marcó el desarrollo de los Estados Unidos de Norteamérica. Esta nación fundamentó sus valores en los principios de los peregrinos, que forjaron con trabajo y educación la grandeza que dio origen al nacimiento de una gran potencia, fundamentada en su origen sobre las Sagradas Escrituras. Tristemente estos principios han sido traicionados por algunos presidentes, que han abierto las puertas a todo lo contrario, enseñado por los padres de esta nación.

Al celebrar estos 500 años de la Reforma Protestante, estamos celebrando el despertar de las conciencias, y por ende, el progreso de la humanidad, la cual vivió rezagada en la ignorancia, superstición y explotación durante todo el período conocido como la Edad Media. Hoy la Iglesia Católica Romana y el papa Francisco reconocen los valores de la Reforma Protestante, y aunque no han adoptado los principios de la misma, ni absorbieron a Martín Lutero de la excomunión extendidas en el año 1519, reconocen el papel de este acontecimiento histórico que convirtió a los países protestantes en los más prósperos y libres de ignorancia en el mundo.

Es triste decirlo, pero muchas iglesias evangélicas han traicionado los postulados de la reforma, y hoy día repiten los mismos errores de la Iglesia Católica Romana en la Edad Media, al mercantilizar la fe y tratar de vender unciones, bendiciones y salvación, mediante la dádiva de dinero, por lo cual la historia se repite, pero en esta ocasión lo hacen teniendo en sus manos las Sagradas Escrituras que enseñan que “el justo vive por la fe” y no por las dádivas, obras o religión.

Es por ello que hago un llamado a revisar la historia, y retomar los valores bíblicos, tanto de la iglesia primitiva, como de la Reforma Protestante, la cual fundamentó todo su quehacer en los cuatro puntos cardinales de su proclama que conocido como los cuatro solos que son; Solo las Sagradas Escrituras, Solo Jesucristo salva, Solo por la fe somos salvos y Solo la gracia nos otorga el favor de Dios en Cristo Jesús. Amén.

Comentarios

Entradas populares