19 SEP, 2017 - 12:01 AM

Estamos preparados para un desastre natural o provocado?

Por José Israel Navarro Carrasco

Coronel de Aviación ®
capinave@yahoo.com

Los hondureños hemos visto con preocupación en esta temporada de huracanes y ciclones y terremotos y temblores, cómo se están desarrollando y pidiéndole a nuestro Señor que no nos visite uno o que pasen de largo sin hacernos daño ya que nuestro país es muy vulnerable para estos desastres naturales, nos ponemos nerviosos solo de recordar cómo nos impactó el Mitch y gracias a la tenaz decisión y de reorientar las ayudas internacionales a donde deberían llegar, el señor presidente del momento, ingeniero Carlos Flores Facussé, logró que todos los hondureños pudiéramos empujar la carreta en una sola dirección.

Los hondureños a través de los medios de comunicación hemos visto la devastación que causan los huracanes y lo que están causando en su recorrido en las islas y en Florida, pero paralelamente a esto, es la organización que se posee, más la obediencia de la población, hace que se minimicen las muertes, todos cooperan y siguen una conducta ya establecida, se pone cada lugar en emergencia ya sea local, estatal o nacional, siguiendo los planes preconcebidos, se educa a la población, son muy pocos los ciudadanos que ignoran los llamados a seguir.

Nuestro país ha sufrido muchos desastres naturales y algunos de estos desastres han sido provocados por la mano humana, hasta la saciedad se ha difundido que no seamos chanchos botando la basura en cualquier lugar, ignorando los llamados de “la basura a la basura”, quieren que los gobiernos locales como el gobierno central casi les quite la basura de la mano y que la ponga en los contenedores. Desde que tengo uso de razón aquí en Tegucigalpa solo llueve una hora o más y provoca inundaciones, debido a que los tragantes están tapiados de basura y tiene que correr el gobierno local o central a aliviar la situación y todavía nos atrevemos a echarle la culpa de tal situación, lo mismo que cuando se encendía un mercado, lo mismo en un accidente vial, deslizamiento de tierra u otro incidente donde puedan haber heridos o muertes se aglomeran los curiosos y no dejan trabajar, tanto a las unidades de socorro como a policías y a los mismos voluntarios que quieren trabajar, se le hace conciencia al ciudadano, pero puede más su curiosidad que hacer caso a los llamados de desalojar el área, hay muchos videos donde se ve aglomeración de personas, caso patético es en el barrio La Hoya donde hay un video que se ven curiosos observando la avalancha de agua sin control y uno de ellos es llevado por esta corriente, nunca se encontró, ni creo que se supo quién fue, esto sucedió durante el huracán Mitch.

Hace aproximadamente unos 30 años que empezó a funcionar una unidad llamada Comité Permanente de Contingencias (COPECO), con el fin de prepararnos a una eventual emergencia, dirigida por militares, en vista de que nos gusta la planeación y el desarrollo de los mismos, paralelamente se creó una oficina llamada Comité Permanente Municipal (COPEM), en un principio funcionó pero ahora es solo COPECO quien desarrolla los planes de contingencia, creando protocolos para inundación, evacuación de edificios, incendios, casos de terrorismo, deslaves, terremotos, etc. etc., y ahora se creó el 911 como una ayuda inmediata vía teléfono, adscrita a COPECO pero la ciudadanía lo mira como chabacanada y hacen llamadas falsas, lo hacen quizás con el fin de poner en ridículo el gobierno. Ya hasta edificio propio tiene COPECO con un personal eminentemente técnico, tiene también a la unidad de meteorología bajo su mando, este organismo fue orgullo de la AHAC y orgullo nacional, ya tiene bajo su mando a todas las unidades de socorro con todos sus planes de contingencia y listos para desarrollarlos, ha formado una unidad de crisis con todos los componentes necesarios para activar los cuerpos de apeo y socorro, se volvió una unidad muy importante en el quehacer nacional de alerta temprana, pienso que de repente se eleve su rango a ministerio, su presencia es a nivel nacional con sus planes definidos. Ahora toca educar a la ciudadanía desde los niveles escolares hasta universitarios incluyendo a los MEUS y el resto de la población, para prepararnos para un determinado desastre y que todos obedezcamos cómo conducirnos ante una situación de emergencia local o nacional.

Los pueblos solo así podrán estar preparados para un desastre natural o provocado por la mano indolente criminal, es por eso que el señor Presidente se ha preocupado en beneficio de la ciudadanía y ellos le darán su recompensa.