Triste espectáculo
Triste espectáculo
Editorial El Heraldo
En la misma medida en que la crisis moral, social, económica y política del país se ha ido profundizando, con el paso del tiempo, con cada nuevo gobierno, también el pueblo hondureño y la comunidad internacional han sido testigos de bochornosos, ridículos, lamentables, patéticos y hasta indignantes espectáculos protagonizados por uno u otro bando ya sea para exhibir sus supuestas capacidades, sus voluntades, sus virtudes, la justeza de su causa o para deslegitimar, ridiculizar e insultar a los contrarios.
Las excusas para estos tristes espectáculos son muchas. En estos momentos, para el caso, además de la dura realidad diaria que vivimos, está el pretexto de un asunto toral, tanto en la crisis misma que sufre Honduras como en la indignación de amplias capas de la población, comenzando por los jóvenes: la corrupción y la impunidad, que obviamente son producto de la falta de una correcta, imparcial y oportuna aplicación de la justicia.
Como el actual período de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia concluye a inicios del próximo año actualmente se está en el proceso para la selección de quienes les sustituirán para el período 2016-2023. Así es que, en el primer paso, la escogencia de los miembros de la Junta Nominadora (encargada de designar a los 45 candidatos de entre los cuales el Congreso Nacional designará a los 15 magistrados) se ha producido toda una tormenta de denuncias, confrontación, arreglos bajo la mesa, insultos, tanto entre quienes aspiran a colocar allí los peones que defenderán sus intereses en el Poder Judicial, como en la obvia preocupación de ese creciente sector de hondureños que aspiran a contar con una CSJ realmente independiente, imparcial, honesta.
La cuestión es que más allá de los intereses en juego, o el deseo de que las cosas cambien, hay una forma ya establecida para el proceso de nombramiento de los nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia y debe respetarse, por lo que de ninguna manera se justifica lo ocurrido la semana pasada en la asamblea de las ONG, donde el representante de Ciprodeh, sin el mínimo respeto a las formas, arremetió en improperios contra los representantes de las iglesias evangélicas. Y todo porque se impuso la mayoría de los contrarios, al momento de elegir a los representantes de la sociedad civil en la Junta Nominadora.
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