Las cifras del FMI
Las cifras del FMI
Editorial La Tribuna
AUNQUE no sea esto lo que sienta la inmensa parte de la población hondureña afligida por el mal desempeño de sus negocios, el estancamiento de sus ingresos familiares, las insoportables cargas impositivas que aturden los mercados y restan competencia a la iniciativa privada, la imposibilidad de encontrar trabajos para el creciente batallón de desocupados, de acuerdo al criterio de las aves agoreras –dicho sea de paso las mismas que hundieron a los griegos en una recesión sin salida– “la economía hondureña continúa fortaleciéndose”. De acuerdo con los últimos datos del FMI ese sufrimiento del pobre pueblo pobre atribulado por la pesada cruz que lleva a cuestas, no encaja con sus cifras. Pues ni modo, quizá el cuadro optimista que pintan los técnicos ayude a elevar el ánimo de la clase empresarial desencajada, ya que sus negocios no prosperan y llevan varios años esperando en vano estímulos para recuperarse. Tal vez estos datos los alienten ya que ni el decimocuarto mes de salario sirvió para avivar los mercados comerciales; la gente utilizó el ingreso adicional no para comprar sino para pagar lo fiado. Como hay dos mundos, uno el de las cifras y otro el que siente la gente, y este periódico es equilibrado para no solo insistir en lo segundo, destaquemos lo primero:
Según la misión del tata Fondo y de sus melindrosas tías las zanatas, que vinieron a revisar las finanzas públicas, hay buenas noticias para el gobierno: “La actividad económica ha seguido expandiéndose a un ritmo robusto, con una tasa de crecimiento del PIB real de 4 por ciento durante el primer trimestre de 2015. Al mismo tiempo, la inflación sigue en la parte baja, con 3.6 por ciento en junio, apoyada por la disminución en los precios de los combustibles y una conducción adecuada de la política macroeconómica. En el sector externo, al cierre de junio, las reservas internacionales netas (RIN) eran superiores en más de 370 millones de dólares comparadas con el cierre de 2014, con la ayuda de un sólido crecimiento en las exportaciones y las remesas, así como de mayores influjos de capital”. “El desempeño fiscal también se ha seguido fortaleciendo, en línea con las metas del programa en términos generales. Los datos de enero a mayo muestran una mejoría sustancial en las finanzas del gobierno central y en la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) en comparación con el mismo periodo en 2014, lo que respalda un importante fortalecimiento de la posición del sector público no financiero”.
“La misión también observa que los diferenciales (spreads) en los bonos de deuda externa soberana siguen reduciéndose, ayudados por la mejoría en las finanzas públicas”. “El panorama de la economía hondureña para 2015 sigue siendo positivo. Se espera que el crecimiento real del PIB sea del 3.5 por ciento –ligeramente por encima de lo que se había anticipado con anterioridad– y una inflación de 4¾ por ciento a fin de año. En el área fiscal, se espera que el déficit del sector público combinado se reduzca a alrededor de 3 por ciento del PIB conforme a la meta del programa. “La mayoría de las reformas estructurales están avanzando. La administración tributaria se está fortaleciendo, contribuyendo al sólido crecimiento en los ingresos y a la mejoría de las cuentas fiscales”. Si bien gran parte de esa mejoría tiene que ver con factores exógenos –como la debacle de los precios de crudo, la mejoría de los precios del café y otras exportaciones en los mercados internacionales, el incremento de remesas por la medidas ejecutivas de la Casa Blanca– condescendemos en dar crédito, en lo que toque, al esfuerzo interno, a cargo de la Casa de Gobierno y del Gabinete Económico.
Comentarios
Publicar un comentario