Desmantelamiento en salud

Desmantelamiento en salud

Editorial diario tiempo
En el contexto de la búsqueda de un Gran Pacto por Honduras, el ciudadano presidente Juan Orlando Hernández instaló la Mesa del Sector Salud como primer objeto de análisis y discusión, con sus profundos alcances para la vida de nuestra población.
 El objetivo gubernamental declarado es la aplicación de un nuevo sistema de salud pública, en el que, en esencia, el Estado transfiere la provisión de los servicios de salud al sector privado, mediante contratos de gestión con ONG’s y empresas privadas a las que el Estado paga, a través de un régimen subsidiado de seguro social.
Con este andamiaje público-privado la Secretaría de Salud Pública pasa a ser un mero organismo rector, simplemente de regulación, que define las normativas para el funcionamiento del nuevo sistema y supuestamente vigila el cumplimiento de los contratos.
De esta manera, se desmantela el sistema público administrado, controlado y dirigido por el Estado, rompiendo el principio constitucional que obliga al Estado a proveer gratuitamente los servicios de salud a la población hondureña necesitada. Asimismo, deja al personal médico y auxiliar del sistema público a merced de los intereses y competencia privados.
Este modelo público-privado, que, en la práctica, termina siendo un jugoso negocio privado que afecta a la nación en su conjunto y genera múltiples conflictos sociales, especialmente laborales, fue aplicado enColombia, Chile, Perú y Costa Rica en la época del neoliberalismo feroz de la llamada escuela de Chicago.
Las consecuencias del fracaso de ese modelo han sido atroces para la clase media y la gente pobre, ocasionando graves conflictos con los gobiernos y el mismo sector privado, y que actualmente los gobiernos afectados tratan de solucionar en medio de explosivos brotes de violencia popular.
En 1995, con el apoyo de la Cooperación Sueca, se inició la modernización de nuestro sistema público de salud, a cargo totalmente del Estado, merced a la municipalización –manejada, controlada y supervisada por la Secretaría de Salud--, en seguimiento del proceso hondureño de prevención y provisión gubernamental, que empezó a aplicarse en ocho departamentos del país.
Infortunadamente, la desastrosa gestión de Orison Velásquez y la labor de zapa de la Unidad de Logística y Apoyo Técnico (ULAT), entre otras, ha dado paso al desmantelamiento del sistema público que ahora culmina con el proyecto privatizador del gobierno actual.

 Hasta ahora el gremio médico y auxiliar, las organizaciones sociales, el Colegio Médico y la Universidad Nacional Autónoma (UNAH) no han logrado ver la profundidad de esta iniciativa, a la que reaccionan de manera débil e incoherente, a pesar de los enormes problemas y enfrentamientos políticos y sociales a que conduce, en un marco de desesperación y pobreza.

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