Acabar con la pobreza creando mas pobreza
Acabar con la pobreza creando más pobreza
El encabezado resulta paradójico, pues es incongruente con el objetivo de superar la pobreza que agobia a millones de hondureños, pero cuando leemos y escuchamos las voces de connotados personajes de la farándula política, económica y social del país, solo nos queda esbozar una tenue sonrisa y pensar sobre su verdadero sentido o pensamiento en sí de lo que realmente pretenden con sus manifestaciones públicas, pues para los legos en materia económica, es contradictorio que los adláteres del gobierno pregonen la disminución de la pobreza mediante la implementación del famosos bono diez mil, que realmente no saca de la pobreza a los compatriotas beneficiarios del mismo, al contrario, los condena a una pobreza permanente, igual situación se da cuando las aves agoreras del fondo monetario internacional, nos endilgan una devaluación del lempira, dis que para favorecer la economía del país, pero realmente a que economía se referirán, pues si es a la economía del pueblo, pues sencillamente le están quitando el poder adquisitivo de los escuálidos lempiras que devengan los asalariados, amén de que la capacidad de ahorro se viene abajo, pues día a día se incrementa el precio de los alimentos y servicios básicos en el país, con el agravante de quienes tienen sus ahorros en lempiras, ven como se esfuma su poder adquisitivo del lempira, además de las diferentes formas que tiene el gobierno de turno para estar sangrando las actividades financieras, imponiendo un impuesto más a las mismas.
El encabezado resulta paradójico, pues es incongruente con el objetivo de superar la pobreza que agobia a millones de hondureños, pero cuando leemos y escuchamos las voces de connotados personajes de la farándula política, económica y social del país, solo nos queda esbozar una tenue sonrisa y pensar sobre su verdadero sentido o pensamiento en sí de lo que realmente pretenden con sus manifestaciones públicas, pues para los legos en materia económica, es contradictorio que los adláteres del gobierno pregonen la disminución de la pobreza mediante la implementación del famosos bono diez mil, que realmente no saca de la pobreza a los compatriotas beneficiarios del mismo, al contrario, los condena a una pobreza permanente, igual situación se da cuando las aves agoreras del fondo monetario internacional, nos endilgan una devaluación del lempira, dis que para favorecer la economía del país, pero realmente a que economía se referirán, pues si es a la economía del pueblo, pues sencillamente le están quitando el poder adquisitivo de los escuálidos lempiras que devengan los asalariados, amén de que la capacidad de ahorro se viene abajo, pues día a día se incrementa el precio de los alimentos y servicios básicos en el país, con el agravante de quienes tienen sus ahorros en lempiras, ven como se esfuma su poder adquisitivo del lempira, además de las diferentes formas que tiene el gobierno de turno para estar sangrando las actividades financieras, imponiendo un impuesto más a las mismas.
Los mismos economistas han reconocido que no es una medida
acertada, promover una devaluación acelerada del lempira, algo que está a la
vista cuando el banco central de Honduras, pretende dejar en manos del sistema
bancario nacional esa iniciativa, en otras palabras, hacerse de la vista gorda
y decir yo no fui, fue teté, esto implica un asalto a las escuálidas finanzas
del pueblo hondureño en general y no de los halcones exportadores del país, que
serían únicamente los gananciosos, y de los consumidores de los países
desarrollados que comprarían las escasos productos que se exportan a precio de
gallo muerto, a expensas de hacer más pobres a los pobres de Honduras.
Es difícil de asimilar, como un gobierno no piensa en función
de las mayorías a quienes se deben, si no en base a unos pocos exportadores,
que medran al amparo del estado para hacer sus pingues negocios, claro con sus
excepciones, pero se están llevando de encuentro al pueblo, que es el que
soporta toda la clase de vejámenes
administrativos y financieros,
pues son los que realmente pagan los platos rotos de la mala administración del
estado.
En conclusión, es bastante difícil que mediante programas
sociales se pretenda disminuir la pobreza, cuando la clave es la generación de
empleo masivo para que se pueda incrementar la producción y poder salir de la
pobreza, y no mediante regalías puntuales, cuyo objetivo es mantener el statu
quo en nuestro país.
Recordemos, que la plata destinada para ese fin, alguien
tiene que pagarla, y me atrevo creer que la pagarán los de siempre: el pueblo
pueblo.
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