¿ Buena conducta?
¿BUENA CONDUCTA?
26 agosto, 2014 Sección Editorial diario La Tribuna
ANTES de la llegada de otra misión de tata Fondo y de las melindrosas tías “las zanatas”, a inicios del próximo mes, el coordinador del Gabinete Económico viajó a Washington a una reunión preparatoria. El ministro de Finanzas, de cara a la negociación de un acuerdo, adelantó que “si bien es cierto, debe enderezarse la administración de los fondos públicos independientemente si se logra un acuerdo con el FMI, queda momentáneamente descartado tasar otros renglones en el país”. “Tengamos o no un acuerdo con el Fondo, necesitamos arreglar las finanzas del país” que pasan por mejorar la recaudación tributaria y control del gasto, entre otras cosas”. “Tenemos que ser eficientes con lo que se aprobó en la última reforma fiscal –se refiere al rosario de cargas tributarias que, como regalito navideño, dejó la aborrecible Comisión de Transición para que no quedara títere con cabeza– y, la verdad, que hemos tenido una mejor recaudación tributaria”.
La realidad es que no hay razón por la cual el FMI vaya a negarle un acuerdo a Honduras, cuando ya el país dio suficiente. A menos que la intención sea hurgar para exasperar, hasta que reviente, al muy paciente. A ver si, esta vez, la misión que venga quiera responder el cuestionario que ya días le planteamos: ¿Si una economía está postrada y no arranca, no creen las “aves agoreras” que ocupa de estímulos y de incentivos para reactivarla? Tanto en su política monetaria como fiscal. Por ejemplo, así como hizo Obama en los Estados Unidos con dos multimillonarios paquetes de estímulo para lidiar con las históricas tasas de desempleo ¿este plan masivo de gasto público, emulando a Roosevelt durante la gran depresión, no es una forma de estimular la caída actividad económica cuando se entiende que otros factores del mercado no la están motivando? ¿No creen que la política que proponen los republicanos, que han puesto en práctica muchas veces, de reducir los impuestos a las actividades productivas, a las grandes, medianas y pequeñas empresas, tiene el efecto de despertar la adormecida actividad económica? ¿Entienden que las recaudaciones del gobierno no cumplen las metas previstas porque el pozo está seco y reducir impuestos es una forma de lograr que haya rentabilidad en lo que está subsistiendo o perdiendo y, de paso, en la medida que las empresas y los individuos ganan dinero, los ingresos fiscales aumentan?
¿Comprenden la lógica económica que la reducción de impuestos significa poner más dinero en manos de los individuos para que estos decidan cómo gastar sus ingresos y en manos de los pequeños y medianos empresarios para que estos puedan crecer en sus negocios? Para corregir desequilibrios en el mercado, ¿no creen que el problema en estas economías acabadas es por el lado de la oferta –porque el país no produce y menos con medidas de ajuste que contraen más la actividad económica– y no de la demanda ya que esta es una de mera subsistencia y de pobreza? ¿Así que, no les parece que sería beneficioso hacer acá lo mismo que se ha hecho allá? ¿O como ha hecho la Reserva Federal que mantiene las tasas de interés casi de regalado, para abaratar el costo del dinero y estimular la demanda de los consumidores, la posibilidad que puedan refinanciar sus viviendas, de impulsar el consumo para estimular las ventas de los negocios y lograr que las empresas inviertan, que crezcan y generen fuentes de trabajo? (Fin del resumen). Sectores empresariales han venido urgiendo un acuerdo con el FMI ya que la disponibilidad de muchos recursos de la cooperación y de los organismos internacionales de crédito, retenidos hasta el momento, depende de recibir el certificado de buena conducta. ¿Qué más buena conducta quieren las aves agoreras que todo este tremendo sacrificio que ya ha hecho el país?
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