Ministerio Público: tortura a la hondureña
Ministerio Público: tortura a la
hondureña.
Les voy a narrar las peripecias que he vivido, tratando de
solventar problemas legales secundarios a la acción de los delincuentes en mi
contra, tratando de sacar unos restos del auto desmantelado que se encuentra en
el predio de la policía, he logrado que la DGIC haga el peritaje desde hace
tres semanas, he ido al ministerio público durante tres semanas en diferentes
horarios, y no he logrado llamar la atención de la persona responsable de
resolver mi problema, pues la ultima vez llegué a las 8 de la mañana, con la
esperanza de ser atendido, mi sorpresa es que no lo fui y se me mandó a decir
que volviera otro día, pues estaba ocupado en otras diligencias.
Ya se imaginan la frustración y coraje que sentí, cuando una
institución que supuestamente está al servicio de los ciudadanos que acudimos a
ella, somos menospreciados como personas al ser ignorados en nuestras demandas
de atención, siendo su responsabilidad dar respuesta a los hondureños.
En conclusión, parece
que no existe orden en esa oficina, pues quienes están en la responsabilidad de
atender los reclamos de la ciudadanía, hacen caso omiso a esa responsabilidad,
demostrando con ello, que el tiempo que dedicamos los hondureños para resolver
problemas legales de cualquier índole, no tiene ningún valor, pues ellos son
quienes determinan que es importante o no en sus acciones laborales, ignorando
que ese tiempo que perdemos en esas oficinas, es tiempo valioso e irrecuperable
para las personas, pero por las circunstancias del funcionamiento errático en
dicha dependencia, son muchas las personas que llegan y esperan vanamente ser
atendidas con la diligencia que se merecen, con la consiguiente pérdida de
tiempo.
Una recomendación para el responsable de supervisar esas
dependencias del ministerio público, es que se rote el personal de tal manera
que siempre exista uno en sede, disponible para resolver los problemas legales
en donde interviene esa dependencia, de
tal manera que esa persona en sede conozca los diferentes casos y no sea
exclusividad de cada uno de ellos, pudiendo así de esa manera evacuar de forma
expedita cualquier reclamo de la ciudadanía.
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