Consecuencias del paternalismo estatal
Consecuencias del paternalismo
estatal
Desde la época que se iniciaron las famosas jornadas de
vacunación, en un afán de lograr metas excelentes, se tomaron diversas
estrategias, tendientes a lograr el objetivo de tener coberturas arriba del
95%, y estas se han logrado a expensas de salir a buscar a los niños casa a
casa, y todo estaría bien, pero desde esa fecha a la actualidad, la población
ha crecido desmesuradamente, la delincuencia ya no respeta al personal de salud
que anda vacunando a sus hijos, el personal no ha crecido de acuerdo a el
incremento poblacional, en fin la situación que se vivió antes es diferente a
la situación actual, en donde siempre se sigue exigiendo metas en condiciones
adversas tanto de logística como de recurso humano mas la inseguridad imperante
en la mayoría de las comunidades hondureñas, esto ha llevado a resistencia del
personal a seguir vacunando esas aéreas identificadas como calientes, pues no
es la primera vez que los antisociales han atentado contra la integridad física
de los trabajadores, en donde se ha
visto como las coberturas durante esta campaña de vacunación es deprimente,
pues apenas se ha logrado un 60% de la meta proyectada, por lo tanto, los
responsables directos de que sus hijos sean vacunados, es responsabilidad de
los padres y solamente de los padres que
son los responsables de prevenir las enfermedades prevenibles por vacuna, y por
tanto están en la obligación de acudir puntualmente en la fecha que les
corresponde las siguientes dosis de vacuna , a los establecimientos de salud,
en donde el personal está en la disposición de aplicárselas, hemos visto la
abulia de los padres y madres de familia, a quienes desgraciadamente los
acostumbramos a ir a vacunar a sus hijos a las casas, que ahora no tienen la
voluntad ni el deseo de proteger a su hijos, por lo que se deben tomar medidas coercitivas
tendientes a obligar a los responsables de estos menores a ser vacunados con
todas las dosis requeridas, teniendo el acompañamiento de la secretaría de
educación, que institucionalice el requerimiento obligatorio de la tarjeta de
vacuna para poder ingresar a kínder y a primer grado, como se hace en otros
países que no tienen el problema de Honduras: complacencia en la
irresponsabilidad de los padres en proteger a sus hijos. Esta es una de las
consecuencias de las muchas que hay en cuanto al mal llamado paternalismo
estatal, que ha hecho que muchos hondureños crean que es responsabilidad del
estado cubrirles sus necesidades de toda índole, sin compromiso de parte de
ellos.
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