Atados de pies y manos
Atados de pies y manos
En Honduras, vivimos una situación en que el exceso de
instancias controladoras asfixian al más paciente de los mortales, le exacerban
el coraje y solo le queda el derecho del pataleo, razón que me hace entender a
las personas que se quejan amargamente de la mala atención y pachorra en que
atienden en determinadas instituciones del estado, situación que a veces obliga
a las personas a obviar los trámites administrativos legales y buscar cómo
resolver su problema por otros medios.
No existe una información clara y precisa sobre el
procedimiento a hacer en determinadas situaciones, en la cual el perjudicado se
va enterando por partes y para ello tiene que perder tiempo y dinero, pues la
respuesta es vuelva otro día o no hay quien lo atienda.
Narraré la odisea que he pasado después del robo de mi auto,
para lo cual puse la correspondiente denuncia, no porque esperaba encontrarlo
si no por las implicaciones que tiene si es utilizado para otro tipo de actividades
conexas con el crimen.
Dicho auto fue encontrado y me informaron que ya estaba
recuperado el vehículo, bueno lo que quedaba de él, pues fue totalmente
desmantelado, se me deja una nota en el vidrio del auto que tengo que pagar a
la grúa, me presento a la policía y ahí después de cierto tiempo me
atienden, ven los documentos y después me dicen que tengo que ir a la DGIC, me
presento a la DGIC ya ahí resulta que no hay nadie que haga un informe para llevar a la Fiscalía de no sé qué,
pero para ello debo llegar al día siguiente, hasta este momento llevo tres días
perdidos parcialmente, pues es fuera de mi jornada de trabajo, en fin lo que
esto denota, es que me salía más barato que no encontraran el vehículo, pero
esto no implica que el problema allí termina, si no que el mismo día que me
robaron el automóvil, me presenté a la dirección ejecutiva de ingresos de El
Progreso, en donde se me notificó que no se podía hacer ese trámite, por lo que
me enviaron a las oficinas de la DEI en San Pedro Sula, en donde tampoco obtuve
respuesta, pues argumentaron que no había ninguna persona para hacer el trámite
respectivo cuando es robo de vehículo, argumentando que la persona encargada de
ello había sido despedida y por lo tanto solo tenía dos opciones y era ir a la
DEI de la Ceiba o a la DEI en Tegucigalpa.
Ahora tengo que hacer otra acción en la DEI para que saquen
de circulación a dicho vehículo, pues si no lo hago aunque ya no lo tenga, me
cobran siempre la matricula del carro este, aun sin tenerlo y de remate si no
pago me empiezan a sumar extras por no pagar por lo que ya no tengo.
La pregunta que me hago ¿Realmente se crearon tantas
instituciones para agilizar los procesos a que estamos sometidos todos los
hondureños, o simplemente para cumplir las
exigencias de los políticos que toman a estas instituciones como agencias de
empleo?
¿Será que así están controlando la corrupción o más bien la están
fomentando cuando orillan al ciudadano a buscar otros medios para resolver sus
problemas administrativos? ¿Será una forma de que no desaparezcan los
tramitadores, pues para hacer trámites en mi país, hay que tener una paciencia más
grande que la de Job?
¿En esta era de la informática, aun no ha llegado la
modernización a instituciones tan importantes como la DEI, que no son capaces
de hacer un trámite expedito y fluido en beneficio de los aportantes al fisco?
Bueno, solo Dios sabe lo que ocurre realmente en nuestro
país.
Esta es la razón por la que la mayoría de las personas
afectadas por la delincuencia, no presenta las denuncias del caso, pues el resultado
final es el mismo, ningún resultado, pues estamos en una situación de indefección,
que los únicos favorecidos son los criminales, pues casi no hay denuncias en su
contra, por la excesiva burocracia.
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