El arte de atentar contra uno mismo

El arte de atentar contra uno mismo
Quizás muchos se preguntan y se rascan la cabeza de como ocurre este arte, tan famoso y tan practicado acá en Honduras, pues les contaré que los paros de labores en nuestro país, se han vuelto rutinarios independientemente de que grupo o gremio sea el protagonista, pues ya no es ninguna novedad cuando se anuncian por los medios de comunicación el día y la hora de toma de X vía de comunicación, puente o edificio estatal.
Pues bien según mi entender, todos estas organizaciones cuando hacen las famosas tomas pacíficas, que ni ellos mismos lo creen, están jorobando a las personas que tienen relación directa con el quehacer de cada grupo, pero también se llevan de encuentro a muchas personas que mueven el aparato productivo del país, y que cuando ocurren estas tomas, pues acarrean pérdidas económicas irrecuperables, no solo dinero si no también valioso tiempo que no recuperan en sus labores cotidianas, esto también tiene como consecuencia directa la disminución de los ingresos del estado, y por ende, al no haber ingresos, también no hay dinero para pagarles los salarios a estos grupos organizados de la administración pública, es por ello que digo que atentan contra sí mismos, pues el caballito de batalla para que les paguen son las famosas asambleas informativas y las consiguientes tomas de edificios, calles , puentes y todo lo que se les ocurra.
Estamos de acuerdo, que el gobierno no es un dechado de responsabilidad, pues frecuentemente incumple compromisos laborales concertados y avalados por ellos, ya  sea por omisión o porque realmente los fondos captados no llenan las expectativas de la administración pública, lo cual es paradójico, cuando vemos a políticos del partido de turno, gastando a manos llenas los exiguos recursos del estado, como la viajadera frecuente de las autoridades al exterior, sustituyendo la función de los embajadores y cónsules en representar al estado, sumado a una excesiva regalía de dinero en efectivo a través de bonos y subsidios que casi nunca llegan en su totalidad a quienes supuestamente debe llegar. Esto hace que los grupos organizados en la administración pública sigan creyendo que la vaca lechera del estado está gorda, aunque a la vista se ve que está en cueros y escuálida de tanto ordeñarla, pero mientras las autoridades no den visos de una verdadera austeridad, nadie les creerá sobre la cruda  realidad del país, que está en bancarrota, gracias  a la labor de los políticos de turno, que han agarrado a la administración central del estado como una agencia de colocaciones, aunque no haya plata para pagar, y ahí se mueren, simulando que trabajan mientras el gobierno simula que les paga, aunque sea a través de los diarios en sus declaraciones públicas.
Total, tanto las autoridades como los grupos organizados de trabajadores de la administración central como descentralizada, participan negativamente en reducir a diario la fuente de ingresos a las arcas del estado, pues ambos participan activamente en tratar de destruir al país, los unos siendo irresponsables y complacientes con los grupos anárquicos y los otros siguiendo consignas de de partidos emergentes con ínfulas dis que democráticas pero que en el fondo tratan de destruir a Honduras, con lo cual están atentando contra el patrimonio de los hondureños y de chascada la reducción de los impuestos, y aunque brinquen, pataleen, griten o hagan lo que hagan: no se le puede pedir peras al olmo.

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