El dialogo

El dialogo
Editorial La Tribuna
EN cadena nacional el inquilino de la Casa de Gobierno, tomando el pulso de los momentos agitados que se viven, lanza la invitación a un diálogo en el que, acompañado por los presidentes de los otros poderes del Estado y el fiscal general de la República, propone un debate de altura, sin condiciones, para que “los distintos sectores de la sociedad hondureña aporten sus ideas e iniciativas necesarias para la construcción de un consenso que permita la realización de los cambios profundos que nuestra sociedad demanda”. Constituye, entonces, la respuesta a lo que muchos ciudadanos y grupos organizados han venido pidiendo, como rumbo para salir de este incómodo ambiente de agitación que resta posibilidades a que el país atienda la gigantesca montaña de problemas que afligen a la población con la urgencia que demanda.
Si Honduras pierde el rumbo, envuelta en otro tormento de confrontaciones políticas, y no retoma la agenda nacional, el pueblo será el que sufra el impacto de caer nuevamente en lo pueril sin haber podido avanzar en la consecución de sus objetivos o de encarar los tremendos retos planteados. Sería ingrato después de tanto tiempo desperdiciado. No hay razón de rehuir a la invitación ofrecida a menos que haya alguna otra agenda escondida de la cual el enorme público, que añora vivir en paz y tranquilidad, no se haya enterado. Entendemos que la propuesta se trata de fortalecer las instituciones nacionales, no de suplantarlas, ni de supeditarlas a influencias extranjeras, ya que solo Estados fracasados hacen eso, o aquellos que no sienten amor alguno a la patria ni a la soberanía nacional.
La propuesta, entonces, incluye “la creación del Sistema Integral Hondureño de Combate a la Impunidad y la corrupción a partir de cinco componentes fundamentales: 1. Una Unidad de Supervisión y Apoyo al Ministerio Público contra la Corrupción e Impunidad, la cual estaría integrada por fiscales hondureños e internacionales de reconocido prestigio y comprobada experiencia para el acompañamiento técnico y científico. 2. Una Unidad de Supervisión y Apoyo al Consejo de la Judicatura y la Inspectoría de Tribunales contra la Corrupción y la Impunidad, integrada por juristas hondureños y jueces internacionales de reconocido prestigio y comprobada experiencia para el acompañamiento técnico y científico. 3. Una Unidad Especial para la Seguridad de Jueces, Fiscales, sus Familias e Instalaciones, bajo la responsabilidad del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad. 4. Un Observatorio del Sistema de Justicia, integrado por organizaciones académicas y de la sociedad civil que se guíe por una matriz de evaluación permanente del sistema de justicia. 5. Un Sistema de Integridad Empresarial regido por los principios de transparencia e integridad internacionalmente aceptados y con el marco legal apropiado para su implementación”. Siempre, los hondureños hemos resuelto las diferencias dialogando. Es la forma civilizada de arreglar las cosas. No hay otro camino y es lo que espera el pobre pueblo pobre de Honduras.

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