...y el pueblo que se joda
…Y el pueblo que se joda
En declaraciones brindadas por la asociación de banqueros de
Honduras, ellos proclaman su apoyo a la devaluación controlada del escuálido Lempira, con su argumento de que mejoran las
exportaciones, se desincentivan las importaciones y según ellos se mejora la
competitividad del país.
Para ellos esa devaluación programada es irrelevante, pues
sus bancos nunca pierden, pero olvidan que Honduras está habitada por una
población mayor a los ocho millones de habitantes, de los cuales casi el 70% se
encuentra en la pobreza y otro porcentaje en extrema pobreza, para quienes
sobrevivir es una odisea diaria, lo que nos resulta irónico y trágico, que se
trate de favorecer a quienes tienen más en detrimento de la inmensa mayoría del
pueblo hondureño.
Estaríamos de acuerdo en esta devaluación, si los salarios se
readecuaran al índice de devaluación e inflación, pues de esta manera el pueblo
hondureño no subsidiaría las exportaciones de los escasos exportadores, no perdería su capacidad adquisitiva, el
comercio no se deprimiría y la captación de impuestos no caería, pues los
hondureños siempre comprarían de acuerdo a su nivel económico.
En la situación actual, el pueblo hondureño está siendo
castigado por la devaluación, inflación, salarios congelados, servicios
dolarizados, ventas dolarizadas, pese a que nuestra moneda el Lempira es la de
uso oficial, pero el gobierno no hace nada o casi nada, por revertir esta
situación que hace que el pueblo hondureño pague día a día más,obligando a estas compañias y negocios a cobrar sus servicios y productos en lempiras y no en dólares, pues a consecuencia de estas medidas tomadas por el gobierno, el cual además de eso castiga al
pueblo a pagar por servicios médicos y educativos más caros, ante su
irresponsabilidad de cumplir con su deber de prestar estos servicios a la
población de acuerdo al mandato constitucional, pero que no cumple, esto hace más
miserable la vida de la mayoría de los hondureños.
Para quienes tienen más de la cuenta, es irrelevante la
devaluación e inflación, pues quienes les pagan estos cambios son los mismos de
siempre: el pueblo.
Así que podemos concluir que en la actualidad el gobierno
actual como los anteriores, siempre han estado al servicio de los ricos, en
detrimento de los pobres, a quienes solamente buscan cuando necesitan su voto
para legitimar al que ellos los de arriba ya eligieron, por lo demás… que se
joda el pueblo.
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