Qué pena
Qué pena
Ayer se dio un acto bochornoso para todos los hondureños,
cuando se dio un zafarrancho entre activistas y diputados de un nuevo partido
de oposición LIBRE, cuando invadieron el recinto del congreso nacional, cuya
acción tuvo como reacción de las fuerzas
de seguridad del estado, que recibiendo órdenes
del presidente del congreso nacional, procede a la invasión del hemiciclo del
congreso nacional, quienes en un acto de soberbia procedieron a la expulsión de
los simpatizantes y diputados de LIBRE, quienes fueron gaseados con gas del
bueno, toleteados y destrucción de bienes del estado.
Esta acción y reacción tiene como antecedente la intolerancia
y prepotencia del presidente del congreso nacional, quien tiene la prerrogativa
de denegar la palabra a quienes representan la oposición, sistemáticamente se niega la palabra, de tal manera que la
oposición que representa el 40% en el congreso nacional, no tiene voz ni voto,
pues los partidos tradicionales nacional y liberal, aun no asimilan que han
dejado de ser los únicos partidos que han desgobernado a este país, cerrando
los ojos al pluralismo político, que es la nueva tendencia que ha surgido posterior
a las elecciones anteriores, lo cual debe llevar a un dialogo de todas las
fuerzas políticas en beneficio de las grandes mayorías, ya es tiempo que las
posiciones partidistas desaparezcan después de las elecciones y trabajen en
función del bienestar popular, ya es tiempo que la política vernácula deje de
contaminar las instituciones del estado, que los poderes establecidos en el
país, tengan la verdadera independencia y no sean apéndices del ejecutivo, como
sucede en la actualidad, que es la
persona que tira línea sobre lo que debe o no debe hacer los diputados del
congreso nacional.
La sistemática negación de una apertura política para todas
las fuerzas de oposición representadas en el congreso nacional, ha dado lugar
al vergonzoso acto que ha puesto al país en la picota pública, por no tener la
tolerancia que como políticos a estas alturas deben tener, y la acción sectaria de los partidos políticos,
que solo ven sus intereses partidarios e ideológicos, en detrimento del
verdadero interés del pueblo hondureño, digno de mejor suerte.
Comentarios
Publicar un comentario