Vísceras: menú de lujo de los Hondureños
Vísceras: menú de lujo
de los hondureños
En Honduras, la voracidad de los políticos no tiene límites,
pues aun a sabiendas de la paupérrima economía familiar, no dudaron esos 71
judas enquistados en el congreso nacional, en meterle una puñalada trapera al
pueblo que se debate en la pobreza y la miseria, con tal de allanarle el camino
a Juan Orlando Hernández, el próximo presidente, para lo cual incrementaron los
impuestos a todo, básicamente a los alimentos de consumo popular, en su
mayoría, fuera cómico sino fuera trágico,
que le aumentaron a las vísceras bovinas y porcinas, y sus derivados, un impuesto
del 15%, siendo estas un ingrediente de las familias pobres de Honduras, pero
que los flamantes diputados, consideraron que son un lujo, lo mismo el arroz
clasificado, así que los hondureños solo tienen derecho a alimentarse con la bazofia, de postre
apretarse el cinturón, y aquellos
hondureños que sacarán de la pobreza con el bono L. 10, 000.00,propuesta
electorera del actual presidente, que se alisten que este se les hará más
chiquito, pues tendrán que pagar impuestos hasta por respirar de repente, pues
hay un incremento generalizado en los servicios públicos vía tarifa o en su
defecto impuestos abusivos, esta es la clase de legisladores que tenemos,
mensos y borregos que solo sirven para avalar lo que el iluminado les dice que
aprueben, con el contubernio de los diputados que representan a la oposición,
dado que esta no existe, pues cuando se trata de asuntos que conciernen a la colectividad,
simplemente se hacen humo, en señal de protesta, pero no queda consignada la
misma.
El pueblo hondureño no tiene quien lo defienda, pues no hay
lideres capaces de aglutinar a esta masa amorfa que acepta todo, pues los líderes
que hay son figuras con pies de barro, y los líderes religiosos, pues en sus
mensajes hay que aceptar esto pues es designio de Dios, pues los que detentan
el poder están por voluntad divina, por ello, no existe una oposición organizada
que haga valer los derechos del pueblo, pues estos están siendo pisoteados por
quienes dicen representarnos.
Así que muy pronto, los hondureños ya no podrán desayunar con
una semitona y café’ pues es un lujo, ya no podrá tomar sopa de mondongo, por
ser un lujo, igual con la candinga y los tamales, solo podrán comer por obra de
los lideres frijoles y tortilla, pues hasta la cuajada, la mantequilla y el
queso, desaparecen de la canasta básica para convertirse en artículos de lujo.
Vaya desfachatez de semejantes padres bergantes del pueblo,
que sin decir agua va, se cagaron en el pueblo.
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