Debacle en el sistema de salud de Honduras


Debacle en el sistema de salud en Honduras
El proceso de desgaste del sistema de salud ha sido paulatino, a través de los años, que comienza básicamente a partir de la instauración de los gobiernos civiles, los cuales lenta y paulatinamente fueron minando la solidez del sistema sanitario de Honduras, cuando empezó a perderse la carrera administrativa, que en cierta medida mantenía cierto equilibrio entre las ambiciones personales e institucionales, que hacia que los recursos responsables de la administración fueran mas pragmáticos y en función del costo beneficio en la prestación de servicios de salud.
A partir de los gobiernos “democráticos” en Honduras, se estableció el despido de personal directriz cada cuatro años, con el consiguiente deterioro en la capacidad gerencial de los mismos, lo cual fue generando una administración política en vez de una administración pragmática y eficiente, con un manejo administrativo congruente con las necesidades de una población paupérrima, en la cual aun se le podía resolver sus problemas de salud, que poco a poco fueron perdiendo esa capacidad resolutiva por pura inercia, pues se perdió la visión de su actividad fundamental la cual era y es prevenir, recuperar la salud perdida, llegando en la actualidad a ser un sistema totalmente arruinado, sin capacidad resolutiva y sin esperanzas de ello, pues en las políticas neo liberales  todos los procesos de resistencia al cambio, favorecen la ambición de privatizar el sistema de salud, no tomando en cuenta las necesidades de la población, si no la generación de riqueza a expensas de la salud del pueblo.
En todas estas acciones los políticos juegan un rol preponderante como artífices del descalabro del sistema sanitario, pues gracias a ello, se perdió la capacidad gerencial de los recursos previamente capacitados por el mismo estado, pues fueron despedidos y se nombraron otros recursos que paulatinamente cada vez mas tenían menos preparación en el quehacer administrativo, y todas las buenas prácticas administrativas se perdieron, como ser uno de ellos el sistema de costos en la secretaría de salud, y como consecuencia de que cada administrador que llega a cada institución de salud ya llega sabido de que su periodo en la institución será de cuatro años, pues esta persona cuando llega a conocer el manejo administrativo, pues va para fuera y así consecutivamente, dada esta forma de rotar al personal, estos administradores lo menos que les interesa es administrar, solamente están viendo la posibilidad de conseguir la mayor cantidad de dinero con prácticas reñidas con las buenas costumbres y la honradez como ser el pedir comisiones por compras, sobre valoración de productos y servicios, contratación de recurso humano innecesario y sin un perfil ocupacional de acuerdo al puesto a desempeñar y en el peor  de  los casos simplemente personas que solo llegan a cobrar por no hacer nada.
Dentro de este desastre que atraviesa la secretaría de salud, también son copartícipes los trabajadores, pues estos en sus demandas, han sobrepasado la capacidad del estado para cumplirles  y la ineficaz gestión que han tenido los titulares de la cartera, los ha llevado a aceptar todas las demandas de los trabajadores, muchas de las cuales se escapan al contexto de las buenas prácticas administrativas, pues son ilógicas y en mucho de los casos fuera de toda realidad económica del país.
Esta es la triste realidad en un sistema sanitario que en su momento fue sólido y eficaz en sus actividades de recuperación y prevención en salud.
En la actualidad, los gerentes de los diferentes hospitales y regiones sanitarias son legos en la administración del sistema de salud, lo que ha llevado a que ningún presupuesto instituido llene las expectativas de ellos, pues ignoran lo que tienen y lo que necesitan,  simplemente son compradores  o gastadores y muy mal compradores para beneficio institucional, lo que ha permitido la quiebra financiera no solo de la secretaria de salud, si no del estado mismo.


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