Generaciòn perdida

GENERACIÓN PERDIDA

Cuando miramos las acciones delincuenciales de quienes se dicen estudiantes, nos invade una profunda tristeza al ver como esta generación de jóvenes se ha desviado de su objetivo de ser unos profesionales útiles al país y a sí mismos, convirtiéndose en unos desadaptados sociales cuyo norte no está definido, gracias a los ejemplos nada edificantes de sus maestros, quienes mediante la violación de los derechos de los demás pretenden hacer cumplir sus derechos, esto como consecuencia  de las ambiciones desmedidas de los políticos quienes en un afán electorero, no les ha importado ofrecer el cielo y la tierra a sabiendas de que no se puede cumplir, y en caso de cumplirse, se ha hecho de manera indiscriminada, tal es el famoso bono por transporte, causa de los últimos actos vandálicos en los cuales se ha destruido bienes públicos y privados.

Ante la mirada condescendiente de quienes tienen la obligación de proteger los derechos del pueblo no involucrado en dichas protestas, han optado por hacer lo del avestruz: esconder la cabeza.

Es un indicador preocupante, saber que estos jóvenes con conductas violentas y destructivas, están demostrando la clase de educación que han recibido en sus hogares, lo que indica que lo que menos reciben en ellos, es una formación de valores éticos y morales  que los lleve a una convivencia pacífica en donde se respeten los derechos ajenos, pues a pesar de todo los padres ven esta acción vandálica de sus hijos y si no intervienen en  evitar estas acciones, nos indica que están de acuerdo con ellas, pues los padres responsables tienen control sobre sus hijos y por lo mismo no actuaran delincuencialmente,  pero cuando esto no se da, es cuando las autoridades deben tomar cartas en el asunto, aplicando las leyes que ya existen `para preservar el orden y proteger los bienes públicos y privados, y recordar a quienes tienen la obligación de formar a estos jóvenes, que ese no es el camino para lograr sus fines, pues  a lo único que lleva es a destruir lo poco que tiene Honduras, siendo la principal destrucción la deformación que está sufriendo esta generación de jóvenes  que está destinada a gobernar este país, por lo que me atrevo a decir que esta generación de jóvenes se está perdiendo, gracias a la mala educación que están recibiendo a través de las acciones que ejecutan sus mentores,  más la desidia de los padres de cada uno de ellos, pues según parece han perdido el control de sus hijos.

Aún es tiempo de recapacitar padres de familia, estudiantes, educadores, debemos rescatar a estos jóvenes pero no permitiendo los desmanes a que están acostumbrados, sino con mano firme y dirección atinada para convertirlos en los futuros gobernantes de este país.