Terquedad

En estos días, en Honduras se encuentra un tema candente y del momento, el cual es la compra directa de 100 Megas de energía eléctrica sucia, diz que por una emergencia decretada por un ente político como ser el consejo de ministros, en donde todos por no decir alguno, son legos en materia de electricidad y energía,  pero que fueron fácilmente convencidos por el actual gerente de la ENEE, quien solo pedía 50 megas y los ministros le autorizaron 100 megas, actualmente este señor ya ha suscrito un contrato con una empresa novel en el negocio de la generación eléctrica, dicho documento actualmente se maneja como un secreto de estado,pese a las advertencias del colegio de ingenieros eléctricos y del mismo sindicato, en donde hay personal técnico que conoce cual es la debilidad para que el suministro de energía eléctrica a la zona occidental, del Bajo Aguan y Olancho, se ha hecho público dicha deficiencia que reside en el obsoleto sistema de transmisión, en otras palabras no amerita una compra de esta energía sucia, pues la han catalogado como una emergencia de 16 años, lo cual es risible si no fuera trágico, dado lo que representa el sacrificio para el pueblo hondureño, quien es a la larga quien paga los desastres de políticos metidos a administradores.

A nivel popular existe un claro rechazo a las pretensiones de ROMA, pero este se ha empecinado en ir contra viento y marea hacia la validación de ese contrato por el congreso nacional de Honduras,  a sabiendas de que ese no es el problema, demostrado técnicamente, lo que ha generado una serie de dudas sobre la transparencia de esta acción y sus consecuencias a futuro, máxime cuando tenemos en nuestro país una cultura de la sospecha, por la infinidad de casos de corrupción en donde han salido salpicados muchos políticos metidos a administradores.

También es notorio el escepticismo sobre la actitud de los diputados, que pese a muchas declaraciones de alarma, de las diferentes bancadas, sabemos por experiencia pública, que los diputados muy raramente rechazan un proyecto que provenga del ejecutivo, pues desgraciadamente no piensan en función del pueblo y por ende del país, si no que piensan en la próximas elecciones y responden graníticamnete a los llamados del presidente, olvidando que su quehacer fundamental es legislar para proteger los intereses del pueblo hondureño y no los de un administrador político como el de la ENEE, que con su actitud, demuestra que poco o nada le importa el pueblo.

¿Seremos sorprendidos gratamente por los diputados rechazando este horroroso contrato que encadena a generaciones futuras a pagar estas cuentas exorbitantes por lo que estamos a punto de ser sometidos?

¿ Serán capaces los diputados de empezar a ser servidores del país y en beneficio del país y del pueblo rechazando de tajo las pretensiones de ROMA?

Estaremos pendientes de ello, y si nos fallan, nos desquitaremos en las elecciones en donde serán castigados por los electores hondureños, que conste, con eso no nos resarcimos del daño que están a punto de cometer si aprueban este contrato leonino.