En Honduras: prisioneros
En
Honduras: prisioneros
De entrada, sabemos que prisionero es toda persona que carece
de libertad, ya sea por haber cometido un delito o incluso sin haber cometido
delito, dentro de esta denominación, existen dos categorías, prisionero
involuntario y prisionero voluntario.
En mi país Honduras, los prisioneros voluntarios rondan casi
el 85 % de los hondureños, quienes han preferido ser prisioneros voluntarios
como una forma de protegerse de los prisioneros involuntarios latentes que pululan
por las calles de nuestras ciudades y pueblos, al acecho de sus potenciales víctimas
a quienes despojar no solo de sus bienes si no de su vida también, pues hoy en
día la consigna de estos infelices delincuentes es no dejar testigos, y si
queda por azar alguno de ellos, los ejemplos de su crueldad y el desprecio por
la vida humana, hace que estos callen, pese a que esto no es garantía de
sobrevivencia.
Si viajamos por ciudades y pueblos, por colonias y barriadas,
veremos cómo cada vecino ha convertido muchas veces en cárceles doradas sus
viviendas, con ese afán de proteger no solo sus bienes materiales , si no de
proteger a sus familiares, podemos ver infinidad de estrategias para convertir
las viviendas en bunker inexpugnables que a la larga se convierten en una
mortal trampa, pues los delincuentes o prisioneros latentes, tienen la
paciencia de esperar que se abra dichas cárceles para penetrar en ellas y hacer
lo que les venga en gana, incluso quitar la vida a sus inquilinos.
Muchos hondureños, estamos seguros de que salimos a hacer
nuestras actividades diarias, pero no sabemos si regresaremos a nuestros
hogares, pues a la vuelta de la esquina, puede que algún desquiciado
delincuente nos tire el ojo y crea que somos una presa apetitosa que cargue con
suficiente dinero o con objetos valiosos de cual apropiarse, incluso de la
misma vida.
En Honduras, ocurre un fenómeno en donde los delincuentes de
toda laya, tienen más garantías que las víctimas, pues estas simplemente se
convierten en estadísticas y de las cuales la mayoría quedan en la completa
impunidad, no así los prisioneros involuntarios a los cuales paradójicamente tenemos
que alimentar mientras afinan sus estrategias para cuando salgan de la cárcel,
pues desgraciadamente nuestro sistema judicial deja mucho que desear, aparte de
que estos delincuentes manejan grandes cantidades de dinero para pagar a
abogados del diablo, y poder recobrar su libertad.
En estas elecciones que se avecinan en mi país, todos los
candidatos prometen erradicar esta delincuencia implacable que tiene de
rodillas a todo un pueblo, deseando que realmente puedan limpiar a nuestro país
de tanto delincuente, que permita derribar las cárceles que hemos construido a
nuestro alrededor y nos permita gozar de una libertad que hace años hemos
perdido.
¿Seguiremos siendo prisioneros después de las elecciones o
recobraremos nuestra libertad acorralando
a los delincuentes y mandarlos a donde deben estar: en las cárceles sin
posibilidad de recuperar su libertad a corto plazo?
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