La podredumbre de los políticos hondureños
La podredumbre de los políticos hondureños
En Honduras, famosa por sus abundantes leyes, decretos y
reglamentos, existe la LEY ELECTORAL Y DE LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS que en
unos de sus incisos prohíbe que los candidatos perdedores en las elecciones
internas, participen en las elecciones generales, pues de hecho, no ganaron el
derecho de competir con otros partidos políticos oponentes de los mismos.
Al inicio, da la sensación de que las reglas del juego están claras
y que será de acatamiento obligatorio por parte de los candidatos perdedores.
Pero en mi querida Honduras, está demostrado que las leyes
han sido hechas para violarlas a conveniencia de los que se consideran dueños
del poder político, pues se dio el caso de que contendientes perdedores, después
de el pataleo porque les ganaron con fraude, lo cual es creíble, posteriormente
les ofrecieron un puesto de consolación, pero para ello renunciaron a quienes
ganaron en las elecciones internas, de tal manera que ellos aun siendo
perdedores terminaron siendo incluidos en las listas de aspirantes a los
puestos políticos en juego en las próximas elecciones, para ello, invocaron la
constitución de la república, la cual en uno de sus artículos manifiesta, que
todo hondureño tiene el derecho de elegir y ser electo, igual se agarraron de
la declaratoria de los derechos humanos, invocando que Honduras es signataria
de dichos tratados, y por ende , estos son de carácter obligatorio y
vinculante, que está por encima de las leyes nacionales.
Ante la oposición del tribunal supremo electoral, estos
candidatos perdedores recurrieron a la sala de lo constitucional de la corte
suprema de justicia, quienes en un acto meramente acomodaticio, procedieron a
dar un dictamen de carácter político, evadiendo lo jurídico, en la cual ordenan
al tribunal supremo electoral inscribir a todos los candidatos perdedores, lo
cual constituye una burla para el pueblo, pues ya este había dado su veredicto
en las elecciones internas en donde fueron desechados estos candidatos, por no
ser aceptados por los votantes, pero lo grave del problema, es que
prácticamente le han dado el tiro de gracia al tribunal supremo electoral, pues
dadas las circunstancias, ya no se amerita las elecciones internas, pues siempre
saldrán los candidatos perdedores pero con recursos económicos o que forman
parte de la camarilla oligárquica predominante en el país, como los eternos
contendientes en las elecciones que supuestamente constituyen la base de la
democracia en mi país, así mismo abre las puertas para que otros grupos de
hondureños, que no pueden votar en las elecciones, tengan el derecho hacerlo,
pues invocando los derechos humanos, estos no pueden ser violados, siendo en este caso los militares, policía,
reclusos de los centros penales, lo cual ha degenerado el proceso electoral, y
todo por la ambición desmedida de estas personas que se consideran
indispensables en el engranaje político que mal gobierna a mi país.
Ante esta situación, solo queda esperar que mi pueblo deje de
ser manipulado y empiece a pensar por sí mismo y sepa elegir a las personas que
realmente puedan ayudar a sacar a Honduras de la situación calamitosa en que se
encuentra, y para ello es necesario castigar a quienes han permanecido durante
largos años en el congreso nacional, gobierno central del país y corte suprema
de justicia, pues en la actualidad, la división de poderes es una utopía en
donde la mayoría sabemos que existe un maridaje en la cual no existe la tal independencia
de poderes.
Todo esto nos lleva a concluir que en Honduras, la
podredumbre de los políticos no tiene remedio, pues claro está que son unos
corruptos de primera, violadores consuetudinarios de todas las leyes presentes,
pues estas son acomodadas a los
intereses de cada uno.
Que en paz descanse el tribunal supremo electoral y sus leyes
que regulan las elecciones en mi país.
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