Ser o no ser.

Ser o no ser

Esta interrogante la hemos hecho muchos, sobre lo que somos o no somos, lo que sí sabemos es que el hondureño es creativo, pero siempre tiene obstáculos muchas veces por su incredulidad, otra por el sistema que actualmente se ha implementado en Honduras, en donde los valores humanos han sido reducidos a la mínima expresión, prevaleciendo la violación a los derechos de los demás, el oportunismo no competitivo si no arribista, en donde los derechos de las demás personas simplemente son pisoteados aun desde las esferas del poder público, se ha llegado al extremo de que a los hondureños se les ha embrutecido tanto, y le han metido en su mente tantas majaderías, que lo han llevado a ser un simple mendigo del erario público, pues lo han despojado de su creatividad intrínseca, para resolver sus problemas de toda índole, convirtiéndolo en un objeto manipulable por quienes detentan el poder en Honduras, esto es lo que ocurre actualmente cuando han reducido al ciudadano con índice de pobreza extrema en un parásito del erario público, pues con la promesa de un bono de cualquier índole, lo han condenado a un ostracismo que le impide desarrollar sus destreza por sí mismo, impidiéndole valerse por sí y para sí, cuando las condiciones de vida en Honduras, depende de unos pocos para sostener una mayoría que se debate en la pobreza y miseria humana, pues el sine quanon es mantener ese estado de indiferencia, analfabetismo y enfermedad, para que el pueblo sea fácilmente manipulable por quienes detentan el poder político.

En la actualidad, es común escuchar voces estridentes exigiendo derechos que no tienen, pero que son incapaces de exigirse deberes para sí mismos, todo provocado por el afán populista de los políticos de turno, que ya no hayan que ofrecer al electorado y últimamente pues han recurrido a regalar dinero que no tienen, y que por la costumbre, en nuestro medio se hace ley y crea derechos que después no pueden ser cumplidos porque exceden la capacidad financiera del estado, situación que se está viviendo en la actualidad, cuando las finanzas públicas han sido destrozadas por una mala administración de los pocos recursos que capta el estado, y todo por el afán personalista de sobresalir por parte de los políticos de turno sin tener la capacidad para ello, en donde se rehúsa mantener un gasto público austero, lo cual lleva a que los grupos organizados que son beneficiarios del populismo exijan y pidan incremento de sus respectivos bonos. ¿Podrá Honduras salir adelante con este tipo de política errada? No lo sabemos, pero si sabemos sin ser economistas, que las finanzas del estado están en bancarrota, de tal manera que no pueden cumplir sus compromisos financieros tanto en pago del personal que trabaja con el estado como en inversiones que no se ejecutan por no existir los recursos financieros necesarios para ello.

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