Lamento por nuestra montaña

Cuando veo la antes montaña de Mico quemado, siento nostalgia de cuando disfrutaba de las aguas cristalinas de sus múltiples arroyos que nacían en sus faldas, disfrutaba de la flora y fauna muy variada, ...pero de pronto vuelvo a la realidad, miro la tenaz resistencia de la montaña de Mico Quemado en desaparecer, pero...el poder desalmado de hombre depredador se ha ido imponiendo y lentamente puedo observar como la fauna ha desaparecido, los bosques cada ves mas escasos, veo múltiples espacios desnudos, varios de ellos con señales de derrumbes y erosión extrema, los cauces de las quebradas secos, a lo lejos aun donde hay bosque se escucha el sonar lúgubre del hacha y la moto sierra, acelerando la extinción de la montaña, ...se empieza a notar la preocupación de los vecinos que antes se beneficiaban de sus arroyos, el agua ya no está, cuando llueve reciben lodo, ..aisladamente se escuchan voces clamando por detener el crimen impune de la montaña, se forman asociaciones amigos de las montaña, se crean leyes de protección, se echan la culpa unos a otros los responsables de cuidar e imponer el cumplimiento de las leyes, se desfila en el día del árbol, en el día del agua, se ven muy bonitos los niños exponiendo sus pancartas "salvemos a los animales", se reúne lo mas granado de la sociedad progreseña, en fin se ve tanta actividad en defensa de la montaña de Mico Quemado, y cuando todos esperamos el asalto final para desalojar a los invasores del bosque, todo se diluye y lentamente se va cayendo en el olvido, esperando una nueva fecha para desempolvar las proclamas de los amantes de la montaña de Mico Quemado, que día a día languidece desapareciendo el bosque que un día fue refugio y reserva de las fuentes de agua de las ciudades que crecieron a su sombra:requiem por la montaña de Mico Quemado y los vecinos que antes se surtían del agua que bajaba gratis de sus riachuelos, hoy tendrán que pagar por la ignorancia , codicia y maldad de unos malos hombres que prefirieron sacrificar la montaña antes que sus apetitos mercantiles y destructivos aun en contra de sus descendientes.