Dos mundos distintos en un mismo mundo

DOS MUNDOS DISTINTOS EN UN MISMO MUNDO

En los avatares del mundo, siempre encontramos diferencias tanto culturales como humanas, en donde el factor humano hace la diferencia eso he podido observar en ambos mundos, en donde el comportamiento humano difiere de un mundo a otro.

Esta es una vivencia personal en la cual de una u otra forma me he visto involucrado, ya sea como sujeto pasivo o activo, pero siempre con una disyuntiva que me permite formar juicios objetivos y humanísticos propios de cada momento.

Existe una paradoja y es que los pueblos pobres subvencionan a los pueblos ricos, desde alimentos hasta productos elaborados, combustibles, etc

Me pregunto porque los productores nacionales son tan groseros con su mismo pueblo, argumentan hasta la saciedad de que los costos de producción son muy altos por los altos costos de las materias primas, que los salarios no son competitivos por ser estos altos en el país, pero cuando nos encontramos en un país rico como USA, vemos que los alimentos son casi similares y a veces de mas bajo costo que del país de origen, igual situación se da con los productos elaborados en nuestro país y a la venta acá en USA, vemos que su precio es inferior al precio ofrecido a los hondureños, el combustible como la gasolina es diez lempiras mas barata con relación a como nos la venden a nosotros, dirán que Honduras no produce combustible, pues bien en USA el combustible en su mayoría es importado de Venezuela, México, los restaurantes de comidas rápidas venden más barato que en Honduras, los automóviles son muy accesibles para la mayoría de la población, pero bien, olvidémonos de ellos, pues no los producimos, lo que si debemos preguntarnos es porque insisten en devaluar la moneda nacional, pues he visto que esto solo favorece al consumidor del país rico que importa y puede comprar más barato que nosotros que producimos los bienes y servicios, y el otro segmento que gana con la devaluación son los escasos productores, ya que estos con pocos dólares pagan a sus trabajadores en lempiras, que apenas le cubre sus necesidades básicas. Tanto el gobierno, cuando este no representa a la mayoría del pueblo, es el ganancioso de la destrucción de los ahorros en lempiras que tiene la mayoría del pueblo pobre, contrario a los grandes ahorrantes, que tienen sus ahorros en dólares y en bancos extranjeros.

El otro lado de la moneda, en donde siempre ganan los productores y otros que se benefician de las franquicias, es con relación a las exoneraciones fiscales cuando estas caben y si no caben, pues proceden a evadir el pago del respectivo impuestos de diferentes índoles, lo que reduce las oportunidades genuinas de desarrollo de programas que generen riqueza en nuestra población, como una mayor independencia en el rubro energético, todo esto es cuestionable por la poca visión de quienes dicen ser los representantes del pueblo en general como los escasos líderes sindicales, que en su mayoría no responden a los intereses de sus agremiados sino a sus intereses particulares, pues la mayoría envejece sin pena ni gloria a expensas de los recursos de sus agremiados.