La indefección de los hondureños


LA INDEFECCIÓN DE LOS HONDUREÑOS

En Honduras, el pueblo se encuentra sometido a leyes absurdas, que menoscaban su oportunidad de defenderse eficazmente contra la criminalidad de maras y pandillas, gracias a leyes absurdas promovidas y avaladas por el legislativo, en donde le quitan el colmillo al pueblo honrado, en beneficio de los delincuentes, ya que estos atacan al pueblo con total impunidad y alevosía, sabiendo que el pueblo honrado se encuentra inerme ante ellos, todo gracias a las estúpidas leyes en donde se trata de controlar las armas en manos de los ciudadanos honrados, de tal manera que nadie puede tener un arma si no la registra, lo cual es una desventaja para el pueblo y una ventaja para los delincuentes, pues al honrado se le desarma, no así a los delincuentes, quienes nunca registraran sus armas, ya que las adquieren en el mercado negro de armas, pero los ilusos diputados aún creen que las registraran, una de las desventajas de quienes la tienen registrados, es que los delincuentes se enteran de ellos, pues siendo realista los delincuentes tienen metidos sus tentáculos en el estamento policial y judicial, de tal manera que cuando saben que alguien está armado, planifican su eliminación con alevosía y ventaja, con pérdida de la vida del hondureño indicado.
Una manera de reducir esta situación,  es permitiendo que todo hondureño pueda tener y portar su arma para hacer entender a los delincuentes que tendrán una respuesta que puede ser mortal para ellos, pues sea como sea los delincuentes están dispuestos a matar pero no están dispuestos a morir, pues han probado que la vida es linda viviendo de los demás, pero si el pueblo se arma, tiene la oportunidad de repelerlos y por que no? Eliminarlos, pues es la única forma de que no sigan haciendo daño al pueblo: marero identificado, marero muerto.
En Honduras, el fenómeno de la extorsión está tan generalizado que la mayoría de las colonias y barrios pagan extorsión a los pandilleros por el simple hecho de vivir en sus viviendas, donde los entes policiales están al tanto pero que guardan un silencio sepulcral, pues muchos se lucran de la rapiña de los mareros, sirviendo como pantalla de los mismos, como dándoles seguridad y logística para su perverso accionar, pues recordemos que el gobierno pese a su abultado presupuesto para seguridad, este ha sido destinado no para combatir el crimen sin no para reprimir el descontento popular, para lo cual ha incrementado los impuestos y el número de batallones de policías y militares, los cuales son expertos en tirar bombas lacrimógenas al pueblo y apañadores de los delincuentes, por supuesto no todos pero hay un significativo número de policías que son banderas de los delincuentes.
En Honduras se da el fenómeno de que una gran cantidad de familias se les ha metido entre ceja y ceja, que la población que trabaja en cualquier actividad económica, incluso como asalariado, tiene el deber de mantenerlos, so pena de muerte, pues ellos para mantener esa presión sobre esta población, recurren al asesinato para mantener el régimen de terror que permita que los ciudadano sean expoliados por los familiares delincuentes de estas familias, es por ello, que las políticas de control de armas, solamente favorecen a los delincuentes, pues estos no registran sus armas, las compran en el mercado negro o la misma policía se las vende después que se las decomisan, pues no debemos olvidar que muchos de estos policías están conchabados con ellos, a cambio de cierta suma de dinero, la policía les da seguridad, les dota de armas, les adelantan los posibles operativos en su contra, les soplan a quienes los denuncian, en fin , el pueblo no tiene quien lo defienda, a pesar dela sumas millonarias que se paga para seguridad, siempre el pueblo carece de seguridad tanto en sus bienes como con sus vidas, los delincuentes asociados en maras se han distribuido los barrios y colonias de las ciudades, en donde cobran el llamado impuesto de guerra a los vecinos solo por el simple hecho de dejarlos vivir en sus casas, lo que les permite agenciarse de grandes sumas de dinero, que les permite a estos delincuentes llevar un tren de vida de magnates a cambio de nada, pues lo único que hacen es matar personas a diario para mantener su régimen de terror, con la anuencia de la policía, que últimamente su misión primordial es gasear al pueblo que protesta por la falta de respuesta a los clamores del pueblo: seguridad, trabajo, salud, educación, fin de la corrupción nefasta e inmisericorde , que arrasa con todos los bienes del estado cual langostas que destruyen un cultivo en un saz.

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